Personas de 16 a 50 años concienciadas con el autocuidado, aunque sin llegar a obsesionarse. No renuncian a los placeres de la vida como el alcohol, salir de fiesta o una buena comida.
El autocuidado implica una alimentación saludable, especialmente de lunes a viernes, pero también caen en las tentaciones de la comida basura sin remordimientos.
Tienen hábitos de deporte de bajo rendimiento como yoga, gimnasio dos o tres veces a la semana o el deporte que esté más en boga, pero nada de deportes muy exigentes.
El público objetivo se identifica con una vida cosmopolita, con lujos accesibles, combinada con la preocupación por el medioambiente.
Les gusta la playa de día y la fiesta de noche. Dependiendo de la edad, se decantan por fiestas en discotecas, o bien prefieren una cena con amigos y copas, o un concierto.
Se dejan llevar por el diseño, son víctimas del marketing y del postureo en redes sociales. Si les gusta una bebida, mejor que sea “instagrameable” para poder compartirlo con sus amigos y seguidores. Son adictos a las marcas estéticamente placenteras.