Para realizar una acertada elección del tipo de encuadernación, en primer lugar, se debe definir el tipo de publicación -libro, revista, catálogo, cuaderno…-, la periodicidad -ni la velocidad de impresión requerida, ni la inversión de una publicación diaria será la misma que la de un magazín bimensual o la de un anuario corporativo más elaborado-; la extensión -número de hojas-, la durabilidad – en función del uso específico- y también hay que tener en cuenta las exigencias del diseño.