La generación Millennial ha roto los esquemas establecidos para dar paso a nuevas prioridades y formas de consumo. El diseño evoluciona al mismo ritmo hacia una manera de crear que aporte valor diferencial al cliente: el neurodiseño. El consumidor millennial busca experiencias frente a lo material, de esto depende la percepción de marca. La impresión digital dispone de las herramientas necesarias para generar estímulos, sensaciones y experiencias al consumidor, aquí te dejamos algunos tips para convencer a través del diseño del packaging para millenials y las etiquetas:
1. Diseña e imprime carácter
El comprador millennial necesita establecer una relación emocional con la empresa y eso solo puede provocarse con unos acertados valores corporativos que se reflejen en todas las experiencias con la marca y sensaciones asociadas a sus productos. La impresión digital facilita la tarea de diseñadores gracias a sus herramientas, que ayudan a la personalización del diseño, una tendencia de consumo de obligatorio cumplimiento para un cliente que huye de la producción en masa.
2. Reclama atención y diferénciate
En un lineal repleto, es fundamental que el diseño capte la atención del consumidor para alcanzar la diferenciación competitiva. Un envoltorio original, los acabados de la impresión digital o las tintas especiales son idóneos para este objetivo: el estampado digital metalizado con relieve, el barniz selectivo en formato 2D o 3D, en función del volumen y el brillo deseado o troqueles imposibles con precisión láser Ultra HD.
3. Diseña sostenibilidad
El cambio climático y la destrucción de la naturaleza se han consolidado como las principales preocupaciones de la generación Millennial a nivel mundial, según el último informe publicado del Foro Económico Mundial. A nivel nacional, estudios recientes apuntan a que el 73% de los españoles se rigen por esta máxima para tomar sus decisiones de compra. Es fundamental incorporar soportes sostenibles que hayan sido obtenidos y gestionados de manera responsable al packaging para millenials y las etiquetas, así como comunicarlo a través de su estética. Busca soportes con certificados de sostenibilidad e integra el sello en el diseño.
4. Diseña para indecisos
El nombre técnico sería “disonancia cognitiva” pero también podría llamarse “justifica la compra mediante el diseño”. Es fundamental atender al peso del subconsciente en el momento de la decisión de compra, determinado por la influencia social, cultural y circunstancial de cada individuo. Cuando el comportamiento de una persona no es coherente con su identidad y sus valores, surgen dudas, algo muy común, por ejemplo, en la adquisición de artículos caros. El packaging para millenials debe apoyar la decisión del consumidor denotando la fiabilidad y la calidad del producto con una acertada elección de los materiales y añadiendo valor a la creatividad a través de los acabados y las tintas especiales.
5. Diseña valor: motivaciones, aspiraciones y estatus
El consumidor millennial atribuye mucha importancia a la presentación, al envase y su embalaje, factores que antes se consideraban secundarios. Como ya hemos visto, el packaging para millenials y la etiqueta han de reflejar los valores de la marca, la transparencia ética y, además, deben ser originales, exclusivos, interactivos y sostenibles. El valor percibido es muy subjetivo, por eso el diseño ha de sumar elementos que lo justifiquen.
En esta línea, es esencial conocer las motivaciones y aspiraciones del consumidor millennial para incidir en ellas a través del diseño. Conocer el target al que se dirige la firma ayuda a adecuar perfectamente el diseño del packaging y la etiqueta a su público.
En productos tecnológicos, el estatus también tiene gran peso y ha de verse reflejado en el diseño del packaging. Una elección acertada de los colores, los materiales y acabados a utilizar en el diseño, es determinante para el éxito de estos productos.
La generación de consumidores millennials llega a pasar por alto la calidad de un producto si su packaging y/o la etiqueta -protagonista absoluta en productos como el vino- tienen un diseño efectivo. Ambos elementos determinarán la calidad y el precio en la mente del consumidor millennial y, en consecuencia de la experiencia, establecerán su percepción hacia la marca.
