Es cierto que la experiencia en una pantalla nunca va a igualarse a la de una carta restaurante física, es más incómoda, no se pueden aplicar técnicas de ventas ni aportar una información completa por la imposibilidad de obtener una vista 360º del menú. Pero en este tipo de establecimientos de fast food, donde lo habitual es elegir un único plato, es una opción muy válida.