Productos de valor añadido para marcar la diferencia
El mayor reto para las empresas es conseguir diferenciarse en un mercado global y altamente competitivo. Los productos de valor añadido reúnen una serie de características adicionales que los hacen más atractivos y especiales a ojos del cliente por ser diferentes.
El material publicitario de inspiración ayuda a las empresas a mejorar la percepción de marca. Incluso, justifica una revalorización del servicio o producto final por la relación entre valor añadido-calidad-precio.
Los folletos especiales se diferencian de los dípticos, trípticos o cuadrípticos por sus troqueles llamativos y sorprendentes sistemas de plegado. Aplicar formas originales, poco comunes, a cualquier pieza impresa es una manera de impactar, atraer y retener al cliente.
Convierte el folleto en una experiencia tangible para descubrir una información que, solo por la forma, se hace más atractiva e interesante a ojos del receptor. El tacto y peso del papel, una textura, un acabado con relieve, una tinta especial, una forma original, el olor a impreso... son percepciones sensoriales que inciden directamente en las emociones del consumidor, algo imposible de conseguir a través de pantallas digitales únicamente.
Los displays publicitarios convencionales son eficaces para comunicar un mensaje o promocionar un producto, pero no suelen permanecer en la memoria del consumidor a no ser que se les aplique un troquel peculiar o un espectacular acabado.
Sin embargo, los displays especiales son llamativos desde el primer vistazo gracias a unas estructuras nada frecuentes. Muchos de los modelos integran el producto haciendo las veces de expositor, otros son idóneos para diferenciar servicios o gamas de artículos.
Este tipo de material publicitario añade valor a la experiencia del cliente con la marca. Sin duda, lanzar mensajes publicitarios con elementos llamativos impacta mucho más en el público que hacerlo a través de un email o de un folleto al uso.